Quejarse cuando le tocan el carrito a un periodista, ni que le hubieran pegado, tengamos en cuenta que es un periodista y es un agente de opinión(porque lider no lo es), y pues lamentablemente por ser personaje publico tienen que soportar que otros no esten de acuerdo con su opinión, total osea el puede hablar o Rosa María pueden hablar cualquier barrabasada sin que nadie les diga nada no pues, si ellos hablan de una supuesta democracia pues en una democracia hay protestas libres donde se liberen juicios críticos de opinión, inclusive en contra tambien de los periodistas, el pueblo no desea ser engañado sino inormado obejtivamente, que estos periodistas de quinta que se venden por un plato de frijoles quieren que nadie les diga nada, osea si uno les critica estamos limitando la libre expresión, no serán ellos que son los dogmáticos al llamar hordas, salvajes a unos muchachos que protestan contra la guerra sucia, si ellos quieren que se respete la libre expresión, pues ellos deben de comenzar por respetar las opiniones que el pueblo tienen de estos seudos periodistas, y claro la mejor forma de expresión de los jóvenes no es correr a los canales porque estos solo están reservados para ciertas elites, sino a las calles, la calle es el mejor espacio para expresar, es condenable quizá si este periodista Althaus hubiera sido quemado, o apuñalado, pero nadie hizo eso en ningún momento solo se pararon frente a su carro, que mas miedo le dio que rasguñaran su carrito!, pero no le paso nada porque lo único que hicieron los protestantes fue expresarse ante el, la expresión del pueblo que es válida mediante este canal que es la calle, pues asi como el y ellos nos hacen escuchar las sandeces que hablan pues el esta vez tuvo que escuchar al pueblo, el fundamentalismo periodístico y la dictadura de la pantalla es la mas peligrosa arma es por eso que son llamados el 4 poder, no permitamos que estos tipejos con trajes, vocecitas lindas, y caras bonitas nos engañen con frases de desprestigio, o traten la expresión popular como algo tan vil o vulgar, cuando son estos (los seudos periodistas) en realidad que hacen de la palabra el peor mamarracho y venden su opinión al mejor postor, dejemos de ver esos programas que ahora solo se comparan con la farándula amarillista, porque en realidad ellos no hacen un periodismo objetivo, sino mas bien ellos han elaborado al estilo el ilusionista(la pelicula), todo el tramado y el entorno de lo que es este espectáculo, que solo es eso un espectaculo, una simulación no objetiva de la realidad, que se parcializa de un lado y no del otro, ya George Orwelll vaticinaba esto en su mas grande obra 1984, donde la pantalla el GRan Hermano determinaba la vida de todos los pobladores de la oceania, en donde estarían trabajando Rosa María Palacios, Jayme Bayly, ALthaus, Aldo Mariategui si fueran parte de esta obra?, ellos se encontrarian en el Ministerio de la VErdad, fabricando Farsas, fabricando una realidad al pueblo, mintiendo, inventando la realidad para mantener un sistema totalmente difuso y confundir al publico elector, no es un fenómeno que sea propio de nuestro país ya Orwell lo describiría de la siguiente forma:
Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido». (...) Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Civil Española? (...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad. (...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas...
Yo no creo que el género de sociedad que describo vaya a suceder forzosamente, pero lo que sí creo (si se tiene en cuenta que el libro es una sátira) es que puede ocurrir algo parecido. También creo que las ideas totalitarias han echado raíces en los cerebros de los intelectuales en todas partes del mundo y he intentado llevar estas ideas hasta sus lógicas consecuencias.